La oferta monetaria

Desde la muerte de Keynes, el mundo ha sido testigo de una enriquecedora lucha intelectual. Las principales corrientes de la economía no pueden negar su pasado ni rechazar las innovaciones keynesianas.

Ahora podemos preguntar si Keynes habría continuado siendo un keynesiano hecho y derecho si hubiera vivido para ver los trabajos de investigación y el resurgimiento de los monetaristas.

La generación de brillantes economistas que siguieron a Friedman  y Samuelson, se salvó de tomar parte activa en el sangriento debate entre keynesianos y monetaristas.

En vez de discutir sobre las políticas que tratan de controlar la demanda global, centraron la atención en el problema de la oferta global. El aumento de la productividad se traduce en una mejora en el nivel de vida. Pero este aumento requiere una inversión mayo. Los economistas norteamericanos alienados con los dos grandes políticos atribuyen el lento crecimiento de la productividad a medidas impositivas imprudentes o inadecuadas.

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